Tarta tatin de manzana

Una receta de lujo para un postre especial. Aunque con estos calores, ya estoy preparando la próxima receta que será muy fresquita. Os recomiendo probar esta tarta, queda espectacular y deliciosa. La base de la tatin normalmente se hace con pasta de hojaldre, pero de en esta receta queda con textura de «crumbs», gracias a la margarina. Yo la mía la compro en la tienda de dietética de mi barrio, y la verdad es que casi no se nota la diferencia con la mantequilla. 100% recomendable.

Ingredientes:

• 75 gr de margarina no hidrogenada
• 100 gr de azúcar moreno
• 5 manzanas (yo, Granny Smith), peladas, sin corazón y cortadas en rodajas gruesas.

Masa:

• 75 gr de harina de arroz
• 50 gr de harina de garbanzo
• 50 gr de harina de almendra
• 50 gr de azúcar moreno
• 1 cucharadita de goma xantana
• 75 gr de margarina no hidrogenada fría
• 1 huevo

Elaboración:

En primer lugar, haremos la masa que cubrirá las manzanas. Mezclaremos las harinas en un bol grande, añadiendo el azúcar moreno y la goma xantana. Cortar la margarina en trocitos y, con las puntas de los dedos, mezclar bien hasta que la textura sea de migas de pan. Haremos entonces un agujero en el centro de la masa, donde colocaremos el huevo batido. Ir mezclando gradualmente hasta que la textura sea de una masa pegajosa. Le daremos la forma de una bola, y la envolveremos en papel film, colocándola en la nevera al menos durante 30 minutos. Esta cantidad será suficiente para un molde de 25 cm, aproximadamente.

Mientras la masa se enfría, haremos la base de manzana. Calentar la margarina en un sartén grande. Añadir el azúcar, y colocar encima la manzana fileteada. Cocinar a fuego medio unos 20 minutos hasta que las manzanas se hayan caramelizado. Cuanto más tiempo las tengamos a fuego lento, mejor sabor tendrán. Retirar del fuego.

Precalentar el horno a 220ºC. Colocar la manzana caramelizada en el fondo del molde. Estirar la masa encima de las manzanas con cuidado, porque estará un poco pegajosa, cubriendo las manzanas por completo.

Cocer al horno unos 20-25 minutos, hasta que la superficie esté dorada. Sacar del horno y dejar enfríar. A la hora de servir, dar la vuelta al pastel, con las manzanas por encima.

Fondant de chocolate con helado de plátano

Esta receta es deliciosa y muy aparente, y rápida de hacer una vez tienes los ingredientes a mano. Yo hasta ahora la conocía como coulant de chocolate, pero creo que se trata de un fondant de chocolate (al menos así lo ponía en los restaurantes de Francia) con un corazón «coulant», es decir, deshecho.

Está muy bueno acabado de hacer, pero si no se puede recalentar un poquito al microondas y queda igual de bueno. La compañía del helado se agradece mucho, por el contraste del calor del bizcocho con el frescor del helado, y si no ya me diréis.

Para los no seguidores de la dieta, se puede hacer sustituyendo la margarina por mantequilla y la harina de arroz por harina normal. Es preferible de todas formas la mantequilla a la margarina corriente, ya que las grasas hidrogenadas que habitualmente se encuentran en las margarinas hidrogenadas (la mayoría de las que se encuentran en el mercado) son muy perjudiciales para la salud. La margarina no hidrogenada se encuentra en cualquier tienda de dietética, existen varias marcas con un sabor más que aceptable.

Para el fondant de chocolate:

• 125 gr de chocolate negro al  70%
• 125 gr de margarina no hidrogenada (y un poco más para engrasar)
• 125 gr de azúcar moreno glass (triturado en el vaso de la minipimer)
• 50 gr de harina de arroz (o maicena)
• 2 huevos
• 1 cucharadita de esencia de vainilla

Para el helado de plátano

• 4 plátanos cortados a rodajas y congelados previamente
• Leche de soja
• Chocolate negro 85% cortado en virutas

Elaboración:

Primero untamos los moldes individuales con mantequilla y los espolvoreamos con azúcar glass. Yo he utilizado una bandeja de moldes para hacer magdalenas. Una vez preparados los moldes, troceamos el chocolate en un bol y le añadimos la margarina. Yo los he deshecho en el microondas a baja temperatura para que no se queme el chocolate (temperatura de descongelación), aunque si no queréis arriesgaros o no conocéis bien vuestro microondas es mejor derretirlo al baño María hasta que esté bien mezclado.

En otro bol ponemos los huevos, la esencia  y el azúcar de caña glass. Una vez bien mezclados, añadimos la harina tamizada. Echamos en último lugar la mezcla de chocolate y mantequilla y repartimos en los moldes.

Hornear a 150ºC, con el horno precalentado unos 15 minutos. De esta forma quedarán hechos con el centro un poco deshecho. Si nos gustan un poco más hechos, 18 minutos, pero vigilando que no se quemen. Desmoldar una vez templados, con cuidado que no se rompan.

Mientras se hacen los fondants, podemos ir haciendo el helado de plátano. Esta vez he optado por la versión rápida, ya que tenía rodajas de plátano congeladas. Las he colocado en el vaso de la minipimer con un chorrito de leche de soja y he triturado hasta que estaba cremoso, añadiendo leche de soja sobre la marcha si era necesario (hace falta poquita). La cremosidad natural del plátano hace que el helado quede delicioso sin necesidad de nada más. Yo no le añadido azúcar porque creo que no es necesario, pero eso va a gustos. Sí le he añadido virutas de chocolate negro 85% una vez hecho, que le dan un toque y combina muy bien con el fondant. Lo malo es que este helado se derrite muy rápido (hay que servirlo rápido!), como se ve en la foto, pero está delicioso.

Arroz con leche (a la asturiana)

 

Hace 5 años publiqué una receta de arroz con leche que para mi gusto no estaba mal, pero tengo que reconocer que ha habido un antes y un después de probar la receta al estilo asturiano. La verdad es que el sabor mejora muchísimo, con una cremosidad que lo hace delicioso. Creo que el truco está en el paso de pasar el arroz por agua caliente, para que libere el almidón y espese mejor, sin olvidar la mantequilla (en mi caso, margarina no hidrogenada). Sin ella creo que la receta estaría buena igualmente, pero es fácil de encontrar, suelen tener en cualquier tienda de dietética. Por desgracia, la mayoría de margarinas que se encuentran en los supermercados contienen grasas hidrogenadas para conseguir una textura sólida. Las grasas hidrogenadas o «trans» son muy nocivas para la salud, en contra de lo que a veces nos quiere vender la publicidad. En realidad no deberían estar a la venta productos que las contengan, pero de momento el mercado manda. Solo nos queda informarnos lo mejor posible.

Este plato ha sido un éxito total en casa, lo he tenido que repetir unas cuantas veces por petición popular. Si lo probáis bien frío, crea adicción.

Ingredientes:

• 1 litro de leche de soja
• 120 gr de arroz redondo (yo utilizo arroz bomba)
• 100 gr de azúcar moreno
• 1/2 vaso de agua
• 1 trozo de piel de limón
• 1 cucharada sopera de margarina no hidrogenada
• 1 chorrito de anís (opcional)

 

Elaboración:

Para comenzar, es importante poner dos recipientes al fuego: uno con el agua y otro con la leche de soja. Hay que tener en cuenta que se pasa todo el contenido del recipiente con agua al de la leche, así que el recipiente de la leche ha de tener más capacidad. Cuando el agua está hirviendo, se echa el arroz y se remueve bien. Al cabo de unos segundos, se echa el contenido de la olla al recipiente con la leche caliente y se vuelve a remover. Se añade entonces la margarina y la piel de limón.

Reducir a fuego medio-bajo y ir removiendo con una cuchara constantemente para que no se pegue al fondo. Tardaremos un rato, entre media hora y 1 hora, dependiendo de la potencia del fuego. Deberá quedar un poco más «suelto» de como nos gustaría comerlo, hay que tener en cuenta que al enfriar espesará. Una vez lo tengamos al punto (es cuestión de práctica), se retira del fuego y se le añade el azúcar y el anís (si se quiere), removiendo bien hasta disolver. Una vez tibio, meter en la nevera.

Este plato se sirve frío, que es como está más rico. Lo mejor es servirlo en vaso o en un cuenco con canela espolvoreada por encima, es un placer.

 

Pastel de manzana

Este pastel es muy jugoso, muy fácil de hacer y con sabor a pudín de manzana, pero sin pan. Un día probaré a decorarlo con rodajas de manzana antes de ponerlo al horno, seguro que queda mejor. Pero así es facilísimo de hacer (solo triturar con minipimer y ya está), y está buenísimo. Os lo recomiendo. Si no queréis hacer tanta cantidad, simplemente habrá que dividir los ingredientes por 2 y utilizar un molde de plum-cake.

Ingredientes (para un molde redondo de 25 cm) :

• 4 manzanas grandecitas
• 13 cucharadas de leche vegetal (soja, arroz…)
• 8 cucharadas soperas de maicena
• 10 cucharadas de azúcar moreno
• 4 huevos
• 1 sobre de levadura royal
• 100 gr de aceite de girasol
• Ralladura de 1 limón

Elaboración:

No puede ser más fácil. Precalentar el horno a 150ºC. En un bol grande, poner todos los ingredientes, y al final pelar y descorazonar las manzanas, ir troceando y poniendo en el bol donde están los otros ingredientes (para que no se oxide). Cuando estén las 4 manzanas troceadas, triturar todo con la minipimer hasta que quede una pasta fina. Forrar un molde de 25 cm con papel de horno, y verter la mezcla en él. Meter al horno durante aproximadamente una hora, o hasta que esté hecho del todo. Para mi gusto, está más bueno de un día para otro en la nevera. Yo lo he decorado con miel de caña.

Pastel-flan de chocolate

Este pastel es una modificación de la receta de Marisa, de Cocina fácil sin gluten. Para la base he modificado una receta de Bocados de cielo, cambiando la harina normal por harina de arroz. Me ha parecido muy fácil de hacer y muy resultona, ya que la base se puede hacer en microondas y la parte del chocolate es un flan que se cuaja en la nevera. El resultado queda muy bueno y no tiene nada que envidiar a recetas similares. Y lo más importante, es sano y se hace en un momento. Yo ya la he hecho unas cuantas veces y siempre es un éxito. Además, la receta del flan de chocolate también se puede hacer en moldes individuales, y queda perfecto. Eso sí, queda con un sabor intenso a chocolate. Si la queréis un poco más suave, se puede hacer con una tableta menos de chocolate y también queda bien. Espero que os guste.

Ingredientes:

• 1 lata de 400 ml de leche de coco
• 2 tabletas de chocolate 70% de 100 gr cada una (o 1 si queréis un sabor más suave)
• 1 sobre de flan Royal (sin azúcar añadido)
• 100 ml de leche vegetal (yo he usado de soja)
• 2 cucharadas de azúcar moreno

Para el bizcocho

• 60 gr de harina de arroz integral
• 60 gr de azúcar moreno
• 2 huevos

 

Elaboración:

Mezclar en un bol todos los ingredientes del bizcocho, colocar la mezcla en un molde apto para microondas del mismo tamaño al que vamos a utilizar después para la tarta, cubierto con papel de cocina. Cocinar a máxima potencia 1,5 minutos y dejar reposar 1 minuto sin abrir el microondas. Desmoldar una vez frío y colocar en el fondo del molde que vayamos a utilizar.

Derretir el chocolate troceado dentro de la leche de coco a fuego muy lento, removiendo sin parar. Una vez bien disuelto, cuando ya esté a punto de hervir, desleír el contenido de un sobre de flan en 100 ml de leche vegetal, y añadir a la mezcla de chocolate. Seguir removiendo bien hasta que hierva y retirar enseguida del fuego. Verter la preparación sobre el bizcocho y colocar en la nevera una vez tibio, dejar cuajar. Estará a punto al día siguiente.

Helado de piña colada

Hace poco vi esta receta en la página de Elana’s Pantry y me pregunté cómo era que no se me había ocurrido antes. La combinación de piña y coco me encanta, y en forma de helado es ideal ahora para el verano. Además, no puede ser más fácil de hacer por los pocos ingredientes. Gracias a la leche de coco queda muy cremoso, sobretodo si se saca con un poco de antelación del congelador a la nevera.

Ingredientes (para aprox. 1 litro de helado):

• 2 latas de 400 ml de leche de coco (he utilizado de la marca Blue Dragon, se encuentra en el Corte Inglés, Caprabo…)
• 500 ml de piña fresca cortada
• 100 gr de azúcar moreno o más, al gusto (yo he utilizado mitad azúcar moreno y mitad Miel de caña)
• 1 vasito de ron blanco (opcional)

 

Elaboración:

Es tan sencillo como triturar todos los ingredientes con una batidora y dejar enfríar en la nevera, bien tapado. Una vez frío, mantecar con la heladera hasta que esté cremoso y con textura de helado. Meter en un tuper apto para el congelador y refrigerar. Sacar del congelador un poco antes de servir para que esté más cremoso. Hacer bolas y decorar con miel de caña.

 

Helado de té verde

Hace unos días, vi una receta similar publicada en el blog Mercado Calabajío y pensé: ya sé qué hacer con el polvo de té verde que tengo en casa! Con unas cuantas adaptaciones, creo que he conseguido un helado bastante similar al que había tomado en los restaurantes japoneses. Para los que viváis en Barcelona, quizás os interese saber que el polvo de té verde lo compré en la pastelería Ochiai, una de las pocas pastelerías japonesas auténticas. El helado en sí no es difícil de hacer, sobretodo si se dispone de heladera, y queda muy cremoso. Yo casi no noto el sabor a coco, queda muy diluido por el sabor a té verde.

Ingredientes:

• 1 lata de 400 ml de leche de coco
• 3 yemas de huevo
• 120 gr de azúcar moreno
• 10 gr de té matcha

Elaboración:

Empezaremos mezclando el té matcha con 20 gr de azúcar moreno. Añadiremos unas cucharadas de leche y mezclaremos bien formando una pasta. Aparte, pondremos la leche de coco a calentar, incorporaremos la mezcla de té disolviendo bien, sin que llegue a hervir.

Por otro lado, mezclaremos el azúcar restante con las tres yemas de huevo. Incorporaremos al cazo con la mezcla de té y seguiremos calentando removiendo bien. En cuanto comience a hervir, lo retiraremos y dejaremos enfriar.

Una vez frío, dejaremos bien tapado con papel film en la nevera. Una vez bien frío, mantecaremos con la ayuda de una heladera hasta que quede bien espeso. Dejar en un tuper bien tapado en el congelador al menos unas 2 horas más, y ya estará el helado preparado.

«Pancakes» de teff

Navegando por internet, hace ya unos meses descubrí una harina de la que nunca había oído hablar: el teff. Se trata de un cereal originario de Etiopía, ingrediente principal de un tipo de «pan» típico de la zona, la injera. En nuestro país no se puede comprar,  al menos yo nunca lo he encontrado, pero me picó la curiosidad al ver la cantidad de recetas que corrían por la red con este ingrediente y decidí comprar unas bolsas por internet en esta página. La verdad es que una vez me llegaron, no sabía muy bien qué hacer con ellas, pero con las bolsas venía un pequeño recetario y me decidí a hacer la receta de las típicas tortitas americananas o «pancakes» para desayunar el fin de semana.

Entiendo que esta receta no estará al alcance de la mayoría por no disponer del ingrediente principal, pero si tenéis la suerte de encontrar la harina, la verdad es que a mí me han parecido deliciosas, con un sabor suave pero «a cereal». Además, tienen la virtud de quitarte el hambre durante horas, cosa que hace pensar que realmente deben de ser muy nutritivas. Ojalá algún día este cereal se pueda comprar en las tiendas de nuestro país, a un precio un poco más razonable (parece que en Palencia a lo mejor ya la pueden comprar). Para los no celíacos, ya sabéis que se puede sustituir la harina de teff por harina normal sin problemas.

P.D.: Investigando, he descubierto que en la página Planeta vegano venden harina de teff integral ecológica de la marca El granero integral. El precio es un poco elevado (6.65 euros, 500 gr), pero los gastos de envío son muy asequibles, con lo que sale mucho más económica que la que compré en EEUU. Lo que me parece curioso es que sólo se venda aquí, tratándose de una marca nacional. La tienda virtual todavía no funciona 100%, pero el servicio de envío es muy eficaz. 

P.P.D (5/2012): Si vivís en Catalunya, se puede encontrar en las tiendas Veritas, que es donde la compro ahora.

Bueno, vamos a la receta:

Ingredientes:

• 250 ml de harina de teff (existe la variedad «ivory» y la «brown»; yo utilicé «ivory»)
• 2 cucharadas de maicena (o otro almidón)
• 1 pizca de sal entera
• 1 cucharadita de levadura Royal (o gasificante)
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen
• 80 ml de sirope de ágave (prescindible si se utiliza un líquido muy dulce; en ese caso se debería utilizar 250 ml de líquido)
• 170 ml de leche de soja (u otro líquido, incluso agua)
• 1 cucharada de extracto de vainilla (opcional)
• Miel de caña para decorar
• Fresas frescas cortadas a trozos o fruta al gusto

Elaboración:

Como todas las recetas americanas, se trata de juntar los ingredientes «secos» por un lado, los líquidos por otro y mezclarlos con cuidado de no formar grumos. Así, mezclaremos los 4 primeros ingredientes en un bol removiendo bien, y iremos añadiendo el resto de líquidos poco a poco con cuidado. Si no se dispone de sirope de ágave, se puede utilizar zumo de fruta (250 ml) que sustituiría la mezcla de sirope de ágave y la leche de soja. La base de esta receta está en utilizar el mismo volumen de harina que de líquido, o el suficiente para conseguir una masa líquida, como de crêpes.

Una vez hecha la masa, se calienta una sartén pequeña antiadherente y se hecha un poco de aceite de oliva. Con un cucharón, se echa una parte del líquido hasta cubrir el fondo y se hace hasta que vayan apareciendo burbujas en la superficie de la masa. Con una espátula y mucho cuidado, se da la vuelta a la tortita para que se haga por el otro lado a fuego lento. Se sigue el mismo procedimiento hasta terminar la masa, y se decora con un poco de miel de caña o de miel normal, terminando con fruta al gusto.

Este es un desayuno «de fin de semana», para disfrutar ahora que comienza el buen tiempo y olvidarse un rato de todo lo demás. Si lo probáis, os encantará.

Zimtsterne o estrellas de canela

Esta receta es tradicional de Suiza y Alemania en la época navideña, el único cambio ha sido cambiar el azúcar refinado por azúcar moreno. Sólo puedo decir que están deliciosas, aunque quizás otra vez probaré con un poco menos de azúcar. Recomendables estos días de invierno y familia, sobretodo para acompañar un café o un té.

Ingredientes:

• 3 claras de huevo
• 1 pizca de sal entera
• 250 gr de azúcar moreno
• 1-2 cucharadas de canela
• 350 gr de almendras en polvo

Elaboración:

Antes de mezclar los ingredientes, tendremos que hacer azúcar glass con el azúcar moreno. Para eso, yo uso un molinillo de café. También se puede hacer en el triturador de la minipimer.

Después, montar las claras a punto de nieve y ir añadiendo el azúcar glass y la sal. Incorporar las almendras y la canela. Cubrir con papel film y dejar en la nevera unas 2 horas.

Extender la masa encima de papel de horno, espolvoreado con azúcar moreno. Aplanar la masa con la ayuda de otro trozo de papel de horno, hasta que quede un grosor de aproximadamente 1,5 cm. Cortar las estrellas con la ayuda de un cortapastas en forma de estrella, que iremos impregnando de azúcar para que no se pegue. Irlas poniendo en una bandeja de horno cubierta de papel de horno, y hornear a 150ºC durante unos 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas. Dejar enfriar y guardar en un recipiente hermético.

Polvorones (sin gluten!)

Estoy emocionada: esta receta está buenísima! Además, no he tenido a recurrir a ningún truco para que la harina sea más «amasable»: la mezcla con la manteca de cerdo hace que se amase sola, sin engancharse. Supongo que los celíacos pueden utilizar una de sus harinas, como Schär, pero yo prefiero siempre que puedo evitar estas harinas: en su mayor parte se componen de almidón, con lo que se elimina la parte más nutritiva del cereal. Es por esta razón que he utilizado harina de arroz integral. Si vivís en Barcelona o alrededores, la encontraréis sin ningún problema en los supermercados Veritas y en algunos otros centros de dietética. De todas formas, si tenéis Thermomix es fácil hacer la harina si tenéis el arroz integral, como explican en esta página. Siempre es preferible que sea integral, por las propiedades para la salud que tiene la cáscara del cereal.

Antes de hacer la receta, he estado revisando varias recetas ya publicadas en internet. Todas siguen las mismas proporciones básicas. Me ha hecho gracia ver esta receta en la que no se necesita horno, de Webos fritos. El problema es que no tenía el tiempo para hacerlo de esta manera, ni un lugar en casa donde corriera el aire, así que al final lo he hecho a la manera tradicional. De todas formas, vale la pena tenerla en cuenta si os apetece.

Os garantizo que el resultado es indistinguible del original. Si la probáis, no os defraudará. Además, ahora que comienza a ser época de fiestas, quedan ideales envueltos en papel de seda para regalar.

Con esta receta contribuyo al HEMC 49, que tiene como tema la Navidad, propuesto por Nuria, de Petita cuina.

Muchas gracias por vuestro apoyo mientras estaba de mudanzas, parece que todo comienza a funcionar por fin…

Ingredientes:

• 250 gr de harina de arroz integral
• 125 gr de manteca de cerdo (yo he utilizado marca El Pozo)
• 75 gr de azúcar moreno
• 60 gr de almendra molida
• Un pizca de sal
• 1 cucharadita de canela molida
• Semillas de sésamo para decorar

Elaboración:

Primero hay que tostar la harina para que pierda el sabor a crudo. Se precalienta el horno a 150ºC, se pone en una bandeja de horno y se deja en el horno hasta que adquiera un bonito tono dorado. Cuando comience a cambiar de color, se retira del horno, bastará con unos 15- 20 minutos. Mientras, colocaremos el azúcar moreno en el molinillo de la minipimer, y lo trituraremos un minuto para conseguir azúcar glass. Si tenéis molinillo de café, también serviría. En un bol mezclamos todos los ingredientes, añadiendo la harina recién sacada del horno. El calor de la harina ayudará a fundir la manteca de cerdo, con lo que la masa quedará mejor mezclada. Dejar enfríar, también se puede dejar una hora en el frigorífico, y una vez fría la masa, coger bolitas de la masa, dándole la forma redondeada, y colocar en una bandeja de horno cubierta de papel de horno. Ir haciendo bolitas con la masa hasta acabarla, y entonces aplanar las bolitas para convertirlas en cilindros de aproximamente 1,5 cm de alto. Espolvorearlos con semillas de sésamo, y meter al horno 150ºC unos 15 minutos, para que pierdan la humedad, aunque como ya he dicho podrían comerse ya, porque la harina ya está tostada.

Al sacarlos hay que tener cuidado, porque son muy frágiles. Es mejor retirarlos de la bandeja cuando ya estén fríos, con una espátula. Envolver en papel de seda del color que prefiráis, quedan preciosos para regalo.

Helado de Málaga

Estoy encantada con el resultado que da la leche de coco en las recetas de helado. Hacía mucho tiempo que no probaba unos helados tan cremosos, incluso después de llevar días en el congelador. Sólo necesita unos minutos fuera del congelador y ya se pueden hacer bolas para servir. Y la verdad es que son imposibles de distinguir del original, no se nota el sabor de coco por ningún lado. O sea que ya sabéis, los intolerantes a la leche pueden disfrutar de los helados como cualquiera (o más).

Hace años que compré una heladera casera que la verdad es que da muy buen resultado. Consta de una base que se deja en la bandeja del congelador y de un motor unido a unas aspas que mantecan el helado. Lo recomiendo para cualquier persona a la que le guste el helado artesanal, no es muy caro (creo que alrededor de 50 euros) y es un gusto tomar helados sin ingredientes extraños, totalmente naturales.

Así que despido el verano con un helado, y uno que me gusta especialmente. El truco de este helado es un buen vino dulce de Málaga, yo he utilizado un Pedro Ximénez. Al utilizar 4 yemas, lógicamente sobrarán 4 claras. Mi solución ha sido hacer otro helado… de leche merengada. Pronto publicaré la receta, de momento, espero que disfrutéis de esta. Buen verano!

Ingredientes:

• 100 gr de pasas sultanas
• 800 ml de leche de coco (2 latas de 400 ml cada una)
• 250 ml de vino dulce de Málaga (Pedro Ximénez en mi caso)
• 4 yemas de huevo
• 1 vaina de vainilla o extracto de vainilla
• 50 gr de azúcar moreno o su equivalente en sirope de ágave

Elaboración:

Se cortan las pasas en trocitos y se dejan macerar en el vino durante al menos 3 horas (mejor si es durante toda la noche). Se baten las yemas junto al azúcar hasta que estén espumosas, mientras pondremos la leche de coco a calentar junto a la vainilla, cuando esté templada se añaden las yemas poco a poco y sin dejar de remover, hasta que espese ligeramente. Cuando la crema esté hecha se añade el vino y las pasas y se remueve lentamente a fuego suave unos minutos más. Se separa del fuego y se deja enfriar en la nevera. Una vez bien frío, se manteca en la heladera hasta que esté listo, y se coloca en un recipiente de plástico en el congelador. Para los que no tengáis heladera, también se puede hacer por el procedimiento de dejar el líquido una media hora en el congelador, sacar y remover. Volver a sacar al cabo de media hora, y ir repitiendo el procedimiento hasta que quede un helado cremoso.

Helado de vainilla

Este helado es adictivo… al menos para mí. Es tan fácil de hacer y está tan cremoso que parece mentira. El secreto es utilizar un buen extracto de vainilla, si puede ser casero.

De todos los helados que he hecho, es el más fácil de hacer y el que permanece más cremoso, aun después de llevar días congelado (aunque normalmente no aguanta muchos días). La cremosidad se la da el alto contenido graso de la leche de coco.

Durante mucho tiempo se ha dicho, y todavía se dice, que el aceite de coco (también conocido como grasa de coco) era malo para la salud, por su alto contenido en grasas saturadas. Hoy en día ya se sabe que no todas las grasas saturadas son iguales. Si bien es cierto que la grasa de origen animal es nociva si se consume en exceso, la grasa saturada de origen vegetal (aceite de coco, de nuez de palma…) se comporta de manera diferente. La diferencia consiste en que se compone en su mayoría de ácidos grasos de cadena mediana, que no precisan del hígado para su metabolismo y que se queman en la célula directamente. Estudios recientes indican que en realidad el aceite de coco aumenta el metabolismo, siendo útil especialmente para las personas con hipotiroidismo o para cualquier persona que quiera rebajar unos kilos. De hecho, los pueblos que utilizan el aceite de coco habitualmente suelen tener una incidencia muy baja de obesidad. Además, es una fuente natural de ácido láurico, conocido por sus grandes propiedades antivíricas y antimicrobianas.

Como véis, la nutrición es un tema muy complejo y muchas veces se descubre que lo que se consideraba un dogma indiscutible resulta que no era tan cierto. Os he echado un rollo, pero me parece interesante que este helado sea sano además de estar buenísimo.

Ingredientes:

• 1 lata de leche de coco (normalmente de 400 ml)
• Extracto de vainilla al gusto
• Vainilla en polvo
• Sirope de ágave al gusto
• Puré de almendra (opcional)

Elaboración:

Mezclar en un vaso de batidora la leche de coco, el puré de almendra, la vainilla y el sirope de ágave. Cada marca de leche de coco tiene un dulzor diferente, con lo que es mejor probar hasta que quede a nuestro gusto. Batir bien, y meter en un recipiente en la nevera unas horas. Una vez frío, poner en la heladera hasta que quede mantecado, y meter en un recipiente en el congelador hasta la hora de servir.

Yo lo he servido con unas rodajas de plátano, y espolvoreado con vainilla en polvo.

Extracto de vainilla

El principal ingrediente del extracto de vainilla es la PACIENCIA!  Yo el mío lo tengo desde hace casi un año, pero se puede consumir a los pocos meses. Una vez el color se asemeje al de la última foto, se puede ir consumiendo y rellenando a su vez con vodka. Le he ido añadiendo vainas de vainilla, cuantas más mejor. El secreto es que sean de buena calidad; eso se nota si son flexibles y con buen aroma. Yo las mías las encontré en un mercado de Amsterdam, pero se pueden conseguir en establecimientos especializados, por ejemplo en Solé Graells. La mejor es de Haití y Madagascar, pero mientras tenga buen aroma servirá. Cuando se prueba, te das cuenta de que no tiene nada que el ver con el sucedáneo que a veces se encuentra en los supermercados.

Ingredientes:

• Vainas de vainilla de buena calidad
• Vodka

Elaboración:

Buscar un recipiente (mejor con rosca) donde quepan las vainas sin problemas. Con un cuchillo, partir las vainas a lo largo sin llegar al final y meterlas en el recipiente. Rellenar el pote de vodka, tapar y colocar en un lugar oscuro. Ir agitando de vez en cuando para que se impregne el licor del aroma, cuando nos acordemos o pasemos cerca. Al cabo de unos meses, el color del vodka irá virando de color hacia el color de la última foto: ya está listo para utilizar en cualquier receta. Entonces, se vuelve a rellenar el tarro con vodka y listo.

Helado cremoso de chocolate

Esta receta es ideal ahora en verano, en que apetece un buen helado. No es una receta para tomarla cada día, ya que es muy calórica.

Gracias a la maicena y la gelatina, el helado no cristaliza tan fácilmente, con lo que es mucho más fácil hacer bolas de helado directamente desde el congelador. También ayuda a bajar el punto de cristalización el huevo y el licor. Es por eso que es mejor añadir el licor una vez la mezcla esté tibia, ya que si no se evapora el alcohol.

El truco de añadir maicena y gelatina se pude aplicar a cualquier helado, de forma que será menos compacto una vez congelado. Son ingredientes opcionales, pero creo que vale la pena. Espero que os guste, a mí me ha encantado.

Ingredientes:

• 1 lata de leche de coco (habitualmente son de 400 ml)
• 1 taza de leche de soja (250 ml)
• 2 huevos
• 1/3 de taza de sirope de ágave o al gusto
• 1 tableta de 100 gr de chocolate negro 85%
• 1/2 taza de chocolate puro en polvo sin azúcar (yo utilicé la marca Valor)
• 1 chupito o un poco más de licor (yo utilicé Ratafia)
• 1 cucharadita de gelatina en polvo (yo utilicé agar-agar)
• 1 cucharadita de maicena
• Ralladura de una naranja

Elaboración:

Colocar la tableta de chocolate troceada en un bol de cristal, con la mitad de la leche de soja. Colocar en el microondas a la potencia mínima durante un minuto, remover bien, y fundir un poco más de tiempo si es necesario. Ha de quedar como un crema espesa. Añadir entonces el chocolate en polvo, gradualmente, añadiendo también la leche de coco poco a poco hasta que quede todo el chocolate integrado y bien disuelto. Añadir lo que quede de la leche de coco. Colocar la mezcla de chocolate en un cazo al fuego, al mínimo, y añadir la ralladura de naranja. Aparte, colocar la gelatina en una taza con un poco de leche de soja, disolver bien. Hacer lo mismo con la maicena, en tazas separadas sin mezclarlas entre sí.

Batir los huevos en un bol con las barillas hasta que doblen su volumen. Añadir el sirope de ágave a la mezcla de huevo, y seguir mezclando. Añadir la leche de soja restante, templada, a la mezcla de huevo. Añadir la maicena disuelta.

Añadir la mezcla de huevo al chocolate, removiendo constantemente a fuego bajo. Añadir entonces también la gelatina disuelta, y seguir removiendo hasta que la mezcla espese (justo antes de que hierva). Retirar del fuego y colocar en un bol, cubierto con papel film para que no forme una película en la superficie. Cuando esté tibio, meter en la nevera durante toda la noche. Al día siguiente estará sólido.

Al día siguiente, quitar de la nevera y añadir el licor, mezclando bien hasta formar una pasta espesa. Hacer el helado con ayuda de la heladera, y una vez mantecado colocar en un recipiente con tapa en el congelador.

Angel Food Cake

Yo sigo en mi línea anti-operación bikini: un pastel! Pero hay que consolarse: no contiene azúcar refinado, ni harinas refinadas, así que algo es algo. Además, tiene un alto contenido en proteínas, así que va a ser hasta sano. Esta receta la he tuneado de la que encontré en la página de Rezeditas, muy recomendable. A mí quizás no me ha quedado tan subido el pastel, tendré que ir cogiéndolo el tranquillo.

Es una receta con una textura muy esponjosa y agradable. Yo he utilizado para esta receta un envase muy práctico que se encuentra en el Mercadona de 9 claras de huevo. Es la manera de evitar tirar 9 yemas, al menos a mí me pasa que luego no sé qué hacer con ellas… Así que lo recomiendo.

Ingredientes:

• 9 claras de huevo (un envase del Mercadona)
• 90 gr de azúcar moreno
• 120 gr de harina de almendras
• 3 sobrecitos blancos (el acidulante) del gasificante para repostería del Mercadona
• Sal entera
• Ralladura de un limón

Elaboración:

Antes de nada, precalentar el horno a 150ºC. Primero haremos el azúcar glass: yo lo he hecho colocando el azúcar moreno en el vaso triturador de la batidora, moliendo durante un minuto. Listo. Se reserva.

Aparte, se baten las claras a punto de nieve con el accesorio de barillas. Cuando estén bien montadas, se añaden los sobres de acidulante y la sal, y se montan un poco más. Añadir entonces con cuidado el azúcar, añadiendo con movimientos envolventes, y después la harina de almendra, con cuidado de que no se baje.

Verter la preparación en un molde de corona bien engrasado (yo utilicé pasta de almendra). Quizás este fue el motivo de que no me subiera, creo que el pastel original no se debe engrasar. Aún así, estaba muy bueno, y de esta forma no se pegó al molde.

«Queso» de nueces de macadamia a la lima

Estoy entusiasmada con el resultado del «queso» con frutos secos. Así que cuando el otro día fui a comprar al Lidl, me fijé enseguida en unas bolsitas de nueces de macadamia. En la bolsa pone «fritas y saladas», pero en realidad están casi crudas. En cuanto llegué a casa, las puse en remojo para quitarles la sal y hidratarlas, y al día siguiente preparé el «queso» siguiendo una receta muy similar a la anterior con anacardos, pero con aroma a lima. El resultado me ha parecido tan bueno como con los anacardos, y además más económico y fácil de conseguir.

Las nueces de macadamia son originarias de Australia, y su sabor es delicioso, con una textura muy cremosa. Además son ricas en omega-3, con lo que son cardiosaludables. Eso sí, os lo tendréis que pensar de cara a la operación bikini, ya que como todos los frutos secos, son muy calóricas.

Ingredientes:

• 1 taza y media de nueces de macadamia
• 2 cucharadas de aceite neutro
• 1 cucharada de leche vegetal
• 2 cucharaditas de vinagre de manzana
• 1 cucharadita de zumo de lima
• Ralladura de 1 lima
• Agua mineral

Elaboración:

En una trituradora de vaso (yo utilizo el que venía con la batidora), se colocan las nueces de macadamia escurridas, con un chorrito de agua. Se añaden el resto de los ingredientes excepto la ralladura de lima. Se tritura bien con la batidora durante unos minutos, ha de quedar una pasta muy fina, si es necesario añadir más agua para que no quede demasiado espeso. Una vez triturado, colocar en un recipiente de cristal y añadira la ralladura de lima, removiendo bien. Tapar y guardar en la nevera, estará más bueno al día siguiente. Dura aproximadamente una semana bien tapado.

A mí este «queso» al aroma de lima que encanta bien extendido sobre una tostada y cubierto de sirope de ágave o miel. Últimamente me he aficionado a unas tostadas de trigo sarraceno que encuentro en las tiendas de dietética, que salen muy buenas. Se llama «Le pain des fleurs«, y combina a la perfección con la crema de macadamia.

Pastel de «queso»

Estoy muy contenta de como ha quedado esta receta, ya que casi es indistinguible del original. El dulzor lo da casi totalmente la mermelada de arándanos, si os gusta un poco más dulce, habra que añadir un poco más de azúcar moreno.

Me ha hecho gracia porque es una de esas recetas que piensas que es imposible volver a comer al hacer la dieta, y la verdad es que el resultado es muy convincente. Había visto recetas veganas de tarta de queso con gelatina y yogur, o con preparados de queso vegano no disponibles en nuestro país (Tofutti), pero la inspiración me vino al ver la receta de queso fresco de anacardos en una página de recetas veganas. Esta receta es muy parecida a la clásica, pero sustituyendo el «Philadelphia» por el queso de anacardos. Si lo probáis, os sorprenderá seguro.

P.D.: EL domingo lo llevé a casa de mis padres (normalmente reacios a probar cosas»diferentes») y no quedaron ni las migas! . Hasta me pidieron la receta… Confirmado: no se distingue del original.

Ingredientes:

• 1 tarrina de queso de anacardos (o coquitos, el resultado es muy similar)
• 3 yogures de soja
• 3 huevos
• 3 cucharadas de maicena
• 1 cucharada de azúcar moreno
• ralladura de 1 limón/lima
• Mermelada de arándanos para decorar

Elaboración:

Se precalienta el horno a 150ºC.

En un bol, se mezclan bien todos los ingredientes excepto la maicena. Se aparta un poco de la crema y se disuelve bien la maicena, para que no queden grumos, y se vuelve a añadir a la preparación.

En un molde alto desmontable de aro engrasado con la ayuda de un pincel, se vierte la preparación y se coloca al horno unos 30 minutos o hasta que esté ligeramente dorado en la superficie y al pincharlo el tenedor salga limpio. Se saca del horno y se cubre con la mermelada de arándanos. Se deja templar ligeramente, se cubre el molde con papel film y se mete en la nevera. Se sirve frío.

«Queso» cremoso de anacardos

Hace tiempo que quería hacer un queso de untar, pero adaptado a la dieta. Los veganos saben que esto no es fácil, y es gracias a ellos que he encontrado esta receta que he adaptado ligeramente. La verdad es que la encuentro deliciosa, y me ha dado una idea para hacer un postre que hace tiempo que me apetecía. Para mi gusto, es incluso más bueno que el «Philadelphia» de toda la vida, sobre todo por ese toque a limón. También se puede poner ralladura de lima, todo va a gustos.

Para los que vivan en Barcelona, el mejor sitio para encontrar anacardos y cualquier otro fruto seco, es sin duda la Casa Gispert, cerca de Santa Maria del Mar, en el carrer Sombrerers. Ir allí es toda una experiencia, aunque como me queda lejos a veces compro sus productos en las tiendas Marsans, que me quedan más cerca, y prácticamente al mismo precio. Si algún día podéis ir, comprobaréis como es casi imposible salir sin haber comprado nada.

Ingredientes:

• 1 taza y media de anacardos crudos, sin salar (o nueces del Brasil)
• 2 cucharadas de aceite neutro (yo usé de semilla de uva; es posible que con aceite de oliva también quede bueno)
• 1 cucharada de leche vegetal (yo usé de arroz)
• 2 cucharaditas de vinagre de manzana
• 1 cucharadita de zumo de limón
• 1 pizca de sal
• Ralladura de 1 limón

Elaboración:

Lavar bien los anarcardos bajo el grifo, dejar en remojo unas 12 horas o toda la noche. Escurrir, y añadir a el vaso triturador de la batidora, con el resto de los ingredientes, excepto la ralladura de limón. Batir bien durante unos minutos (cuidado de añadir más agua si es preciso, es posible que el motor de la batidora se muera si es demasiado espeso), hasta que quede una crema espesa y cremosa. Añadir entonces la ralladura de limón, y dejar en un tupper (mejor de cristal) tapado en la nevera. Está buenísimo al día siguiente sobre una tostada de arroz, o crackers de sésamo. Aguanta unos días en la nevera, alrededor de 5, aunque nunca me ha durado tanto. 😛

P.D.: es posible hacer este «queso» también con coquitos, o nueces del Brasil. El resultado no es tan untuoso, pero también funciona. Al estar aromatizado con la piel de limón/lima, el sabor es parecido. Son una alternativa más fácil de encontrar, y también más económica. También se puede hacer con almendras crudas, con un resultado muy parecido.

Magdalenas de naranja con sorpresa de chocolate

Esta es una adaptación propia de varias recetas que he visto, hasta conseguir una receta que me convenciera del todo. He añadido harina de arroz para que no fuesen demasiado compactas solo con harina de almendra. Si no tenéis goma xantana no pasa nada, pero es cierto que la masa queda más compacta y elástica.  Es una versión sana de la receta de toda la vida (sin azúcar, mantequilla, harina…) y la verdad es que me parece incluso más buena.

Ingredientes (9 – 10 magdalenas grandes):

• 1 taza (250 ml) de harina de almendra
• 1 taza (250 ml) de harina de arroz integral
• 1 sobre de gasificante (yo usé el del Mercadona; también sirve levadura de repostería)
• 1/2 cucharadita de goma xantana (opcional, pero quedan más jugosas)
• Ralladura de 1 naranja
• 1/4 taza (60 gr) de aceite de semilla de uva (o de girasol ni no tenéis)
• 1/2 taza (120 gr) de sirope de ágave
• 1 vaso de leche vegetal (yo usé de arroz)
• 1 huevo
• Tableta de chocolate negro 85% (nota para celíacos: yo usé Lindt, pero puede contener contaminación cruzada)

Elaboración:

Primero, precalentar el horno a 150ºC.

Como en todas las recetas americanas, es fácil: a un lado los ingredientes secos (los 4 primeros de la lista) en un bol, bien mezclados. En otro bol, el resto de los ingredientes (excepto el chocolate), batidos con un batidor de barillas. Añadir los ingredientes húmedos al bol de la harina y remover bien con una pala de silicona (así será más fácil apurar el contenido del bol).

En un molde para magdalenas metálico, colocar en cada hueco un molde de papel. Añadir unas cucharadas de la masa en cada molde, llenando la mitad aproximadamente, sin acabar toda la masa. Cortar la tableta de chocolate en trocitos pequeños, y colocar un trocito encima de cada magdalena. Cubrir con el resto de masa, y colocar al horno unos 30 minutos o hasta que estén doradas por encima.

Si tenéis moldes de magdalenas de silicona, lo tendréis más fácil (aunque de esta manera no hay que limpiar los moldes).

A mi gusto, es la mejor receta de magdalenas que he probado hasta ahora. Y encontrar el chocolate al comerlas es un gusto.

Tarta de manzana

Esta es una tarta de fruta sin complicaciones, de las de toda la vida, pero ligeramente tuneada para que sea apta para la dieta. He encontrado un ingrediente ideal para sustituir a la mantequilla en estas preparaciones: el puré de almendra. Se trata de un puré 100% almendra, con el que se puede preparar leche de almendra si se diluye en agua, y también salsas.  En este caso, sirve para sustituir la mantequilla sin problemas. Los que no hagáis la dieta, podéis utilizar una hoja de pasta brisa ya comercializada.

La idea original de la base de esta tarta la encontré en la web La belle au blé dormant, una página deliciosa en francés donde la mayoría de las recetas son Seignalet. A mí me ha hecho mucha ilusión poder hacer una receta clásica con tan buen resultado. Sólo me falta hacer la gelatina para terminar la tarta, otra vez será. Qué aproveche!

Ingredientes:

Base de la tarta:

• 120 gr de harina de arroz (si es posible, integral)
• 40 gr de almendra en polvo
• 1 cucharada de azúcar moreno
• 1 pizca de sal entera
• 1 huevo
• 2 cucharadas de puré de almendra (en tiendas de dietética)

Relleno:

• Puré de manzana sin azúcar (yo lo utilicé envasado de la marca Hero)
• 2-3 manzanas golden
• Canela
• Vainilla en polvo

Elaboración:

Precalentar el horno a 180ºC. En primer lugar, hay que hacer la masa de la base de la tarta. Mezclar los tres primeros ingredientes (harina de arroz, almendra y azúcar) en un bol. Añadir la sal, y 1 huevo, mezclando bien. Añadir entonces el puré de almendra, y unas 4 cucharadas de agua (o la que admita), hasta formar una bola compacta.

Engrasar un molde de tarta (yo utilicé uno de aro desmontable, muy práctico para este tipo de tarta) con la ayuda de un pincel. Se puede engrasar con el mismo puré de almendra. Colocar la masa en el molde, y darle forma plana con la ayuda de las manos humedecidas, hasta cubrir toda la base. Cubrir el fondo con la compota, y decorar con la manzana pelada y cortada en láminas finas. Espolvorear con canela al gusto, un poco de azúcar moreno y vainilla en polvo.

Meter al horno durante aproximadamente media hora. Servir templado o frío.

Esta vez no he sido del todo estricta con la temperatura (las prisas…). En la cocción con harina, creo que la temperatura mínima es 150ºC para que no queda sabor a crudo. A mí me ha encantado así, otra vez probaré a hacerla con más tiempo.

Pastel de chocolate sin harina

Este pastel lo he copiado de Adi, de Pan y varios. Me ha encantado la idea de hacer un pastel sin harina, y la verdad es que es delicioso. Eso sí, como ella recomienda, es para CHOCOHÓLICOS!. Es una verdadera bomba calórica, pero con unas pequeñas modificaciones de la receta original parece hasta sano :-P. Eso sí, el chocolate de cobertura lleva azúcar refinado, eso no hay quien se lo quite. El resultado es buenísimo, a la vista del éxito que ha tenido en el trabajo. Lo recomiendo sin dudarlo, al menos un trocito pequeño…

Ingredientes:

• 8 huevos
• 280 gr de chocolate de cobertura
• 115 gr de margarina no hidrogenada
• 70 gr de azúcar moreno
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• Mermelada de frambuesa
• Licor al gusto

Elaboración:

Precalentar el horno a 150ºC. Recubrir un molde para horno con papel de horno, doblando el papel en las esquinas. Colocar el chocolate troceado en un recipiente al baño María junto con la margarina, ir deshaciendo con una cuchara. Mientras, separar las claras y las yemas de los huevos. Una vez deshecho el chocolate, añadir la esencia de vainilla y la yemas rápidamente para que no se cuajen, han de quedar integradas formando una crema brillante. Una vez hecha la mezcla de chocolate, montar las claras a punto de nieve con una cucharadita de cremor tártaro o sal. Añadir el azúcar moreno a las claras. Una vez montadas con el azúcar, añadir la mitad de la mezcla de chocolate lentamente, mezclando con movimientos envolventes. Una vez integrado, añadir la otra mitad mezclando de la misma forma. Nos quedará una mezcla muy esponjosa de color marrón claro.

Verter la mezcla suavemente en el molde forrado de papel, y colocar en el horno con el calor por debajo, para que suba. Es unos 40-60 minutos estará hecho (comprobar con un tenedor, ha de salir limpio). Sacar del horno, y regar con una mezcla de mermelada desleída en licor, cuando el pastel está caliente, para que penetre mejor. Yo desleí la mermelada en un poco de licor de cassís, y lo apliqué con un pincel. Dejar reposar en la nevera, estará mejor en frío al día siguiente.

Pastel de naranja y almendra

Esta receta la descubrí a través de la página Cocina con fusión, un pastel sefardí sin harina, solo con almendra molida. Lo curioso de este pastel es que utiliza naranjas enteras, sin pelar, quitándole el amargor hirviéndola un poco en agua. La única modificación que he hecho es cambiar el azúcar refinado por azúcar moreno, y reducir la temperatura de cocción. El resultado es un sabor muy intenso a naranja, me ha encantado. Además, con la cocción a baja temperatura queda muy jugoso. La prueba es que en el trabajo la gente ha arrasado, no quedaron ni las migas. Nadie diría que es un pastel de «dieta», aunque la verdad es que es un bomba calórica. Totalmente recomendable.

Ingredientes:

• 2 naranjas lavadas enteras
• 250 gr de almendras crudas molidas
• 250 gr de azúcar moreno
• 6 huevos
• 1 sobre de levadura
• 1 cucharada de cardamomo molido

Elaboración:

Hervir las dos naranjas durante 1 hora y dejar enfriar. Precalentar el horno a 110ºC, mientras recubrir un molde rectangular con papel de horno. Poner las naranjas cortadas a cuartos y sin pepitas en el vaso de la batidora, y triturar por completo con la piel incluida hasta conseguir una pasta fina. Añadir el resto de los ingredientes y mezclar bien. Verter en el molde y hornear durante una hora aproximadamente a 110ºC, o hasta que un cuchillo salga limpio. Desmoldar una vez frío.

Helado de fresas con leche de coco

Esta receta la vi recientemente en la página de Elana´s pantry, y rápidamente la he puesto en práctica. Como todas sus recetas, es deliciosa y 100% recomendable. Sobretodo ahora en verano, con el calor que hace últimamente, se agradece mucho. Además, si se congelan las fresas previamente no es preciso tener heladera.

Ingredientes:

• 1 lata de 400 ml de leche de coco
• 300 gr de fresas maduras, lavadas y cortadas a trozos
• 65 ml de néctar de ágave
• 1 cucharada de extracto de vainilla
• Vainilla en polvo

Elaboración:

Triturar en una batidora todos los ingredientes, y colocar en la heladera hasta que la mezcla se manteque, entonces guardar en un recipiente aislante para helado o un tupper si no tenéis y guardar en el congelador. Sacar a temperatura ambiente una hora antes de servir, estará más cremoso.

También se puede hacer con las fresas lavadas y cortadas, congeladas. Entonces si trituramos todos los ingredientes tendremos casi automáticamente el helado saltándonos el paso de la heladera, lo que es muy interesante.

Con esta cantidad de néctar de ágave, se nota mucho el sabor a fresa, los acostumbrados a un sabor más dulce quizás prefieran el helado con 100 ml de néctar de ágave, pero creo que no es malo acostumbrarnos al verdadero sabor de los alimentos.

Pastel borracho de almendra y lima

Este pastel lo he adaptado de la página de Cléa Cuisine, que tiene varias recetas espectaculares, sustituyendo la harina normal por harina de arroz y el limón por lima. No he notado la diferencia en el sabor, la lima le da un toque que combina muy bien con la almendra. El único ingrediente que puede ser difícil de encontrar es el puré de almendra, yo lo encontré en un supermercado Veritas de Barcelona. Es un buen sustituto de la mantequilla, se puede utilizar también para engrasar el molde. En caso de que no lo encontréis, supongo que se podría sustituir por margarina vegetal no hidrogenada, fácil de encontrar en cualquier tienda de dietética. Sin embargo, vale la pena buscar el puré de almendras: sirve también para hacer un salsa para verduras deliciosa, así como leche de almendra y bien tapada no se estropea nunca!.

Ingredientes:

• 3 huevos
• 40 gr de harina de arroz integral
• 40 gr de almendra en polvo
• 80 gr de azúcar moreno
• 60 gr de puré de almendra
• 1 cucharadita de levadura en polvo
• 3 limas (zumo y ralladura)
• Mistela, moscatel u otro vino dulce

Elaboración:

Precalentar el horno a 110ºC. Mientras, separar las claras de las yemas. Batir las yemas con el azúcar moreno en un bol hasta conseguir una consistencia espumosa. Añadir el puré de almendra y el zumo de 2 limas mezclando con la batidora de mano, incorporar la harina de arroz tamizada, la levadura, la almendra en polvo y la ralladura de 2 limas. Batir las claras de huevo a punto de nieve y incorporar a la mezcla con movimientos envolventes, hasta conseguir una masa espumosa. Colocar en un molde no demasiado grande, máximo de 22 cm de diámetro, untado con pasta de almendra, y colocar al horno durante unos 40 minutos o hasta que esté dorado y el cuchillo salga limpio. Una vez tibio, girar el pastel y colocarlo con el fondo hacia arriba. Regar con una mezcla hecha con el zumo de una lima y un chorrito de mistela, dejando que vaya absorbiendo el líquido poco a poco.

Emborrachado, tiene una textura muy jugosa, con un sabor a lima muy pronunciado. Si no lo emborracháis también está bueno, pero a mí me gusta más así. Advierto que me gustan los sabores muy ácidos, si no os gustan tanto lo podéis emborrachar con mistela con un chorrito de zumo de lima.

Flan de manzana verde

Este flan es muy sencillo de hacer, y está delicioso con el sabor de manzana verde combinado con el cardamomo. La única pega que le encuentro es que no tiene mucha textura de «flan», es menos compacto que otros flanes que he hecho. Debe ser por el puré de manzana, es posible que con una cucharadita de maicena mejore el resultado un poco. Es mi colaboración al HEMC de este mes.

Ingredientes:

• 1 bote de leche de coco de 400 ml
• 1 kg de manzanas verdes
• Zumo y peladura de 1 limón
• 5 huevos
• 60 gr de azúcar moreno
• 3 vainas de cardamomo
• 1 ramita de canela

Caramelo:

• Zumo de limón
• Azúcar moreno
• Agua

Elaboración:

Primero pela las manzanas y extrae el corazón, cortándolas en cuadraditos. Ves colocando las manzanas en un cuenco con agua y el zumo de 1 limón para que no se oxide hasta que acabes de pelarlas. Cuando hayas acabado, escurre la manzana y colócala en un cazo al fuego con un poco de esa agua a fuego lento durante unos 15 minutos. Añade azúcar moreno y deja entibiar.

Aparte, coloca la leche de coco en un cazo y deja infusionar con la peladura de 1 limón, 3 vainas de cardamomo y un palo de canela. Lleva a hervir y retira del fuego cuando haya roto el hervor, déjalo tapado una media hora para que el sabor se mezcle. Cuando esté tibia, retira la piel del limón y el palo de canela, añade el puré de manzana y los huevos, con cuidado de que no esté demasiado caliente para que no cuaje el huevo.

Colocar en un recipiente grande o en flaneras individuales con el fondo cubierto de caramelo, y cocer al baño María unos 60 minutos a 110ºC.

Flan de coco al cardamomo

Esta receta la he adaptado ligeramente de una receta de «El kiwi blau«, que tiene unas recetas que me encantan: fáciles de hacer y originales. He cambiado la canela por cardamomo, que le da un aire más oriental. Esta creo que es una receta original de David Lienas, la verdad es que el resultado es muy agradable.

Ingredientes:

• 1 lata de leche de coco (400 ml)
• 3 huevos
• 60 gr de azúcar moreno (yo usé panela rallada)
• Un puñado de vainas de cardamomo
• 1 trozo de piel de naranja (evitando la parte blanca)

Para el caramelo:

• Zumo de limón
• 60 gr de azúcar moreno
• 10 ml de agua

Elaboración:

Para el caramelo, poner el azúcar en un cazo a fuego lento con el agua y un chorrito de zumo de limón. Cuando el color cambie a dorado, retirar del fuego y colocar en las flaneras. Yo he utilizado 4 flaneras individuales.

Colocar la leche de coco en un cazo a fuego lento. Añadir las vainas de cardamomo y la piel de naranja (tras lavar bien la naranja), y dejar infusionar removiendo con una cuchara de madera hasta que arranque a hervir. Apartar del fuego, tapar y dejar así una media hora más. Aparte, batir los huevos con el azúcar. Una vez la leche de coco esté tibia, colar y pasar a un bol. Añadir la mezcla de huevo, y  mezclar bien. Verter la mezcla en las flaneras, llenando bien hasta casi el borde. Colocar en un recipiente donde quepan las 4 flaneras y cocer al baño María al horno, a 110ºC, durante media hora o hasta que estén cocidos. Una vez hechos, dejar entibiar y sacar del horno. Tapar las flaneras y guardar en la nevera hasta la hora de servir. Para desmoldar, calentar un poco el molde para que se deshaga el caramelo, y despegar los bordes pasando un cuchillo alrededor del interior del molde. Desmoldar y listo para servir.

Brownie de judías negras: increíble!

Es increíble como un pastel a base de judías pueda tener un sabor tan delicioso. Al parecer, estos pasteles a base de judías negras son típicos del sur de Estados Unidos. Yo he adaptado esta receta de la que se publicó en 101 cookbooks, y me ha parecido sorprendente: no tiene ni rastro de sabor a legumbre, es un pastel muy jugoso. Si lo probáis, os sorprenderá.

Ingredientes:

• 115 gr de chocolate negro sin azúcar (yo utilicé el chocolate puro en polvo Valor)
• 1 taza (250 ml) de margarina no hidrogenada
• 2 tazas (500 ml) de judías negras cocidas (o azukis, todavía mejor)
• 1 taza de nueces picadas
• 4 huevos
• 1 taza y media de néctar de ágave (o azúcar moreno)
• Extracto de vainilla: 2 cucharadas
• 4 cucharadas de café o un poco de licor de café
• Sal entera

Elaboración:

Precalienta el horno a 110ºC. Forra un molde cuadrado con papel de horno, o bien úntalo con aceite de oliva.

Derrite el chocolate con la margarina en el microondas a muy poca potencia durante 1 minuto. Saca del microondas y mézclalo con una cuchara hasta obtener una pasta cremosa y brillante, sin grumos. Coloca las judías bien lavadas bajo el grifo y escurridas en un bol junto con el extracto de vainilla, y la mezcla de chocolate. Tritura con el brazo de la minipimer hasta que esté cremoso.

Aparte, bate los huevos con el néctar de ágave hasta que estén espumosos. Añade los huevos a la mezcla previa con una cuchara, y añade entonces las nueces picadas repartiéndolas bien por toda la masa. Añade una pizca de sal al final.

Coloca la mezcla final en el molde forrado al horno, sin sobrepasar nunca los 110ºC. Al no llevar ningún tipo de harina, no hay peligro de que el pastel tenga sabor a harina cruda, incluso quedará más jugoso al cocerlo a baja temperatura. Sacar del horno tras 60 minutos aproximadamente. Dejar enfríar y cortar en cuadrados para servir.

Yo lo serví con una salsa de manteca de cacao.

Para quien prefiera otra versión de brownie sin harina ni judías, os remito a la fantástica página de Adi: Pan y varios. Su brownie sería también compatible, solo habría que cambiar la mantequilla normal por margarina no hidrogenada y el azúcar refinado por azúcar moreno, controlando la temperatura de cocción. La pinta que tiene es estupenda! Adi también tiene otras recetas sin harina, como un bizcocho con harina de nueces o de almendras, que tiene una pinta espectacular y no puedo tardar en hacerlo.

Crema de castañas a la vainilla

Esta receta la he improvisado para hacer algo original con las castañas ahora que es la época. Es un poco laboriosa por lo de pelar las castañas una a una, pero una vez al año no hace daño, y está realmente buenísima. Creo que podría servir para hacer un helado perfectamente, sólo habría que meterla tal cual en la heladera. Si me animo, ya os contaré…

Ingredientes:

• 600 gr de castañas
• 400 ml de leche vegetal (yo utilicé leche de arroz)
• 100 gr de azúcar moreno
• Esencia de vainilla (o vainilla en polvo)

Elaboración:

Quitar la cáscara marrón de las castañas y cocerlas al vapor suave hasta que estén blanditas y se pueda retirar la piel. Pelarlas una vez tibias, y colocar las castañas peladas en un cazo. Cubrir con la leche de arroz, el azúcar moreno y triturar con una batidora de mano hasta que quede un puré fino (cuidado con no quemar la batidora). Añadir entonces un chorrito de esencia de vainilla, y calentar al fuego unos minutos, lo justo para que se junten los sabores y se disuelva bien el azúcar. Retirar del fuego y colocar en un recipiente para la nevera. Servir frío, al día siguiente está mucho mejor. Yo espolvoreé vainilla en polvo por encima, pero supongo que también se podría usar chocolate en polvo.

Pastel de boniato

Ayer intenté hacer la receta del pastel de boniato (que me encanta) basándome en una receta que Cerise colgó hace poco en su web. La verdad es que está buenísimo, eso sí, mejor en frío y de un día para otro.

Ingredientes:

• 2 boniatos (500 gr o un poco más)
• 3 huevos
• 100 gr de harina de arroz
• 100 gr de azúcar moreno
• 6 cucharadas de aceite de oliva virgen
• 1 chorrito de licor (yo usé de café)

Elaboración:

Cocer los boniatos en su piel al vapor. Cuando estén tibios, pelar y colocar la pulpa en un bol grande. Añadir los huevos, el aceite, y el licor, y deshacer con ayuda de la minipimer hasta conseguir una pasta espesa. Añadir entonces el azúcar, removiendo bien hasta deshacer, y por último la harina tamizada. Colocar en un molde engrasado con aceite de oliva, al horno a 110ºC durante 1 hora aproximadamente. Sacar del horno, y una vez tibio cortar en trozos y guardar en la nevera, mejor de un día para otro.

He modificado ligeramente la receta, cambiando la harina de trigo por harina de arroz y bajando la temperatura de cocción (lo que alarga el tiempo, claro). Pero creo que no se nota la diferencia en absoluto. En cambio, es posible que quede un poco más jugoso.

Curioseando, he visto también una receta de pastel de boniato que no utiliza ninguna harina, y parece que queda muy bueno también…

Merengues

He hecho este postre según la receta del merengue suizo. Ya sabéis que también hay merengue italiano, y francés, dependiendo de la temperatura a la que se haga el merengue (todo esto lo aprendí aquí). Animaos, no cuestan nada de hacer y son una delicia.

Ingredientes:

• 2 claras de huevo
• 125 gr de azúcar moreno glass (yo lo hice con el molinillo de la batidora)
• 1 puñado de almendras crudas partidas a trozos

Elaboración:

Batir las claras de huevo a punto de nieve con el batidor. Cuando estén firmes y no se caigan al girar el bol (no hace falta que lo giréis del todo…), colocar el bol sobre una cacerola con agua al fuego, para calentar el bol por debajo. De esta manera se entibiará la mezcla sin calentar demasiado, que cocinaría las claras. Añadir el azúcar moreno en polvo cuchara a cuchara, batiendo cada vez, hasta que esté integrado en la mezcla y las claras hagan «picos» y tengan un aspecto brillante. Mientras, precalentar el horno a 110ºC.

En una bandeja de horno, colocar moldes de magdalenas. Colocar una cucharada de merengue en cada molde, y poner en el centro de cada merengue 2 almendras peladas. Colocar al horno durante aprox. 45 minutos – 1 hora, hasta que estén secos.

Una vez hechos, sacar del horno y dejar enfriar.

No es habitual hacer los merengues con azúcar moreno, pero así son un poco más sanos (aunque siguen siendo un vicio).